Los polímeros, esos asombrosos compuestos de cadena larga, conforman un universo oculto pero omnipresente en nuestro entorno diario. En esencia, los polímeros son como eslabones que se repiten a lo largo de una cadena química, conocidos como monómeros. Podemos visualizarlo como un collar de perlas, donde cada perla representa un monómero, y el collar completo se convierte en un fascinante polímero.
A pesar de su sigilosa presencia, los polímeros nos envuelven en innumerables maneras. Desde la versatilidad del poliuretano, que salta de zapatillas deportivas a trajes de baño y rascacielos ingenieriles, hasta los poliésteres y poliamidas que se deslizan en nuestras ropas cotidianas, y los confiables policarbonatos que guardan nuestros alimentos enlatados.
TIPOS DE POLÍMEROS
¡Ah, los tipos de polímeros! Como un caleidoscopio de propiedades y aplicaciones, estos compuestos muestran su diversidad y origen.
¿Qué son los polímeros naturales?
Por un lado, encontramos los polímeros naturales, como el eterno caucho y el venerado algodón, arrancados de la antigüedad. No obstante, su fragilidad inherente y maleabilidad excesiva inspiraron la vulcanización, una astuta amalgama química que entrelaza las cadenas de poliisopreno y refuerza sus rasgos.
¿Qué son los polímeros artificiales?
De manera contrastante, los polímeros artificiales emergen en laboratorios, hechizados por la mano del humano, y se despliegan en diversas aplicaciones con costes de producción modestos. Sus estructuras y propiedades, meticulosamente diseñadas para tareas específicas, cuentan historias de innovación.
¿CÓMO SE CLASIFICAN LOS POLÍMEROS?
Aventurémonos a explorar cómo se despliega el abanico de clasificaciones poliméricas. Cada uno con sus propiedades únicas, tamaño, cadenas interconectadas, y más. Observemos el lienzo de clasificaciones posibles:
- Según el tipo de monómeros: se dividen en homopolímeros o copolímeros.
- Por la formación de cadenas: polimerización, policondensación y poliadición.
- Basados en los enlaces: químicos o fuerzas intermoleculares.
- Según los materiales: termoplásticos, elastómeros o termoestables.
Estas categorías, como los matices de un cuadro impresionista, desencadenan una diversidad de polímeros que encuentran su lugar en una miríada de aplicaciones. Desde el maquillaje que acentúa la belleza hasta las fibras resistentes como el kevlar que protegen nuestras vidas. Así, los polímeros, sean hijos de la naturaleza o artificiales, trascienden su rol esencial en nuestras vidas.
Su fabricación y utilización, cada vez más accesible gracias al progreso científico y tecnológico, dan vida a un capítulo continuo en la narrativa de la innovación.
