
En cualquier reacción o proceso químico que tiene lugar, es necesario que los reactivos entren en contacto completamente.
En la mayoría de casos nuestro objetivo es disolver un sólido o conseguir la completa homogeneización de dos fases líquidas, la operación de agitación es imprescindible para realizar ambas tareas con éxito.
A continuación, veremos todas las formas de agitación que existen y los utensilios de laboratorio que se utilizan para realizar esta operación.
¿Qué tipos de agitación existen?
Existen diferentes tipos de agitaciones, la más común es la agitación mecánica o manual con varillas de agitación o baguetas, en la que el operario debe de agitar con su mano la disolución, utilizada cuando no es necesario una agitación muy vigorosa y el compuesto es muy soluble.
Esta agitación mecánica no siempre es «a mano» ya que existen instrumentos que realizan esta misma tarea simplemente con sujetar bien el matraz a una plataforma (agitador orbital) o pinza o introducir un brazo móvil dentro de la boca del recipiente.
En otras ocasiones se necesita máquinas que ayuden como un agitador vortex que no es más que un agitador de tubos de ensayo que realiza una agitación cuando se ejerce una presión sobre él.
Otras veces el recipiente de la disolución se sitúa encima de una placa de agitación magnética ( a veces también tiene la opción de calentamiento en el laboratorio) y se introduce en su interior un imán agitador magnético cilíndrico generalmente fabricado en teflón cuyo tamaño dependerá de la viscosidad de la disolución.
Al activar el instrumento el imán comienza a girar mezclando la disolución por agitación magnética. Este tipo de agitación pierde su efectividad en volúmenes grandes, generalmente superiores a 1 litro, o mezclas muy viscosas.
¿Para qué sirve la agitación en el laboratorio y por qué es tan importante?
Como ya hemos dicho, al agitar favorecemos el contacto entre reactivos y aumentamos el área dónde los átomos pueden interaccionar. De esta forma se evita que los componentes de una mezcla se separen y ésta se vuelva más heterogénea.
También hace que ciertas reacciones tengan condiciones más apropiadas para tener lugar, manteniendo ciertas concentraciones constantes o regulando procesos de difusión de iones dentro de una disolución.

¿Cómo se debe de agitar correctamente?
No todas las reacciones necesitan del mismo tipo de agitación, pero en todas ellas debe realizarse con sumo cuidado y respetando las indicaciones del guión del experimento.
La agitación manual debe de realizarse con guantes e inclinando lo más mínimo el recipiente para evitar derrames. Las agitaciones que realizan máquinas deben de realizarse atendiendo a las medidas de seguridad en el laboratorio del aparato en cuestión y nunca poner al máximo de potencia estos instrumentos a menos que el guión así lo requiera.
Hay que tener especial atención a los riesgos eléctricos debido a salpicaduras o caída de líquidos sobre los instrumentos.
Se deben de cumplir meticulosamente todas y cada una de las normas de prevención y tratamiento de sustancias en el laboratorio.
Consejos que debes tener en cuenta durante la agitación
- Asegúrate de que el recipiente está bien sellado en las agitaciones mecánicas.
- Utiliza guantes en todas las agitaciones pero en especial en las agitaciones manuales.
- Utiliza gafas de seguridad en todos los tipos de agitaciones.
- Asegúrate de que el vórtice se forma en el centro del recipiente y no choca con las paredes.
- Evita las salpicaduras, si es necesario reduce la potencia de instrumento.
- No te olvides de retirar el imán magnético antes de tirar la disolución, ¡no sería el primero que se va por el fregadero!
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