El café, esa aromática y deliciosa bebida que muchos consideran parte esencial de su rutina diaria, encierra un secreto oscuro: la cafeína.
Estoy seguro que habrás oído mil veces que todo en exceso es malo y la cafeína no es una excepción.
¿Es realmente peligroso el Café y la cafeína?
El café, tan querido por muchos, puede transformarse en un enemigo silencioso cuando se superan ciertos límites. La cafeína, esa sustancia que le da vida al café, se vuelve tóxica en cantidades exorbitantes. Consumir más de 500 miligramos de cafeína en un corto período puede llevar a una intoxicación aguda y, en casos extremos, provocar la muerte.
¿Cómo se puede identificar la intoxicación por cafeína?
La intoxicación por cafeína no es un mito, y sus efectos pueden ser insidiosos. Trastornos gastrointestinales, sobreestimulación neuronal, dolores de cabeza, problemas del sueño, ansiedad, aumento del ritmo cardíaco, sed, mareos, diarrea, fiebre e irritabilidad son síntomas que pueden pasar desapercibidos en la vorágine de la vida cotidiana. Sin embargo, en caso de intoxicación, estos se intensifican, señalando una situación crítica.
¿Qué cantidad de café puede matarme?
Al adentrarnos en la peligrosa frontera de la dosis letal, nos encontramos con un dato alarmante: para una persona de contextura mediana, se necesitarían entre 92 y 100 tazas de café en un lapso de cuatro horas para alcanzar una dosis letal. La cafeína inicia su danza mortal con tan solo 500 miligramos, también conocidos como la «dosis semiletal» (DL50).
¿Cuántas tazas de café se pueden tomar como máximo?
El café, con sus aproximadamente 95 miligramos de cafeína por taza, nos lleva rápidamente al umbral de la intoxicación. A medida que el consumo se incrementa, los síntomas y el riesgo de muerte aumentan proporcionalmente. Sin embargo, la dosis letal varía entre 150 y 200 miligramos por kilogramo de masa corporal. Para una persona de 70 kilos, esto implica alrededor de 8.7 gramos de cafeína, equivalente a unas 92 tazas de café de 250 mililitros o aproximadamente ocho litros de café americano ¡Y todo eso en 4 horas!
Así que no te preocupes, ¡tu cafecito de por la mañana no te va hacer nada malo!
Es esencial destacar que estos números pueden fluctuar según el tipo de café, ya que no es lo mismo un espresso que un americano, ni tampoco café de grano frente a café instantáneo.
En conclusión, aunque el café pueda ser un compañero diario, es crucial disfrutarlo con moderación.
