
¿Por fin se confirma la existencia de vida extraterrestre en Venus? Un equipo de científicos del Instituto de Tecnología de Massachussets (la corporación tecnológica más importante de este planeta), la Universidad de Manchester y la Universidad de Cardiff ha encontrado una clara evidencia de vida microbiana en la atmósfera de Venus, un planeta que recuerda más al infierno que cualquier otro del sistema solar y es totalmente inhóspito en su superficie.
Los investigadores han detectado la presencia de fosfano, un gas que no debería estar allí, y que en la Tierra se considera un marcador biológico fiable y concluyente. La detección y confirmación de una de las noticias más esperadas de la historia de la humanidad ha sido posible gracias a varios de los telescopios más potentes del mundo. El telescopio JCMT (James Clerck Maxwell Telescope) en Hawaii y el ALMA (Atacama Large Millimeter Array) en Chile.
Tras numerosos experimentos, se ha concluido que la formación del gas fosfina sólamente es posible de forma artificial en un laboratorio o por ciertos tipos de microbios anaeróbicos que viven en ambientes libres de oxígeno.
¿Qué tiene de especial la fosfina para la vida extraterrestre en venus?
Se trata de un gas incoloro, inflamable, que arde a sólo 38º C y cuyo olor recuerda al de ajos podridos. Es producido por algunas bacterias anaeróbicas (que viven en ausencia de oxígeno) cuando degradan materia orgánica, pero quizás su característica más importante es que es extremadamente tóxico, especialmente para seres vivos aeróbicos como nosotros y la mayoría de seres vivos terrestres.
De forma análoga al metano en la tierra, la fosfina es una huella clara de la presencia de vida. La presencia de fosfina en la atmósfera de un planeta rocoso sólo puede ser explicada por la actividad de microorganismos no afines por el oxígeno (los anaerobios), por lo que esta molécula es un biomarcador, una huella química de la presencia de vida. La fosfina o fosfano es una molécula muy sencilla: tal como indica la fórmula química PH₃, está compuesta por un átomo de fósforo unido a tres átomos de hidrógeno, que forman una especie de pirámide.
Allá por los años 70 ya se descubrió fosfina o fosfano en las atmósferas de Júpiter y Saturno, proveniente de gigantescas tormentas. Por lo que se ha tratado de recrear situaciones extremas en las que pueda llevarse a cabo la síntesis de este compuesto de forma natural. Se analizaron volcanes, minerales, relámpagos… y los resultados han sido los siguientes : La concentración debería de ser una diezmilésima parte de la encontrada en este estudio por lo que inequívocamente hay seres que generan esa fosfina de forma natural.
En un artículo publicado en la revista Astrobiología, Sara Seager del MIT y su equipo sugieren una forma en que la vida microbiana podría residir permanentemente en la atmósfera de Venus a una altitud de 50 a 65 kilómetros sobre el nivel del suelo en la denominada “zona templada”. Carl Sagan en el año 1967 ya había anunciado algo que relacionaba venus con ciertas trazas de vida en un estudio publicado en la revista Nature junto al biofísico molecular Harold Morowitz.

¿Por qué vida extraterrestre en Venus?
Venus es el planeta del Sistema Solar más cercano a la tierra. Con una temperatura media de 463 ºC en su superficie, la posibilidad de vida en un lugar tan exótico puede parecer extraño al principio. Pero hay que tener en cuenta que Venus solía estar en la zona habitable del Sistema Solar. Posteriormente, Venus se calentó demasiado, hasta el punto que tiene el efecto invernadero más acentuado de todos los planetas del sistema solar, por lo que la vida ahora puede permanecer sólo en la atmósfera.
Un trabajo del profesor Dirk Schulze-Makuch , ya señalaba que el azufre en su forma de ciclooctasulfuro podría ser utilizado por los microbios como un protector de radiación UV y un medio para convertir la luz ultravioleta en otras longitudes de onda que podrían ser utilizadas para la fotosíntesis lo que podría ser la base de un ecosistema en Venus.
El hábitat de gotas en el que residen los microbios cae debido a la gravedad hacia la capa más caliente e inhabitable debajo de las nubes venusianas. A medida que las gotas se evaporan durante la caída, los microbios se secan. Pero las corrientes de aire caliente ascendentes podrían levantar los microbios inactivos de nuevo a las nubes, donde se rehidratarían y se activarían de nuevo.
La Royal Astronomy Society prepara un inminente anuncio del hallazgo de posible vida microbiana en Venus para hoy lunes 14 de septiembre, en un artículo publicado por Nature Astronomy que aún no ha visto la luz, pero que se ha filtrado a través del medio Earth Sky y la Estirpe de los Libres. Los hallazgos provienen de científicos británicos y estadounidenses en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), la Universidad de Cardiff y la Universidad de Manchester siendo Jane Greaves de la Universidad de Cardiff quien dirigió el estudio.