Introducción
El Dimetilcadmio se erige como el compuesto más tóxico jamás sintetizado, una unión de carbono y cadmio que desafía los límites de la peligrosidad química. Sin embargo, es utilizado (por científicos valientes) en síntesis orgánica, como catalizador en ciertos procesos de polimerización.
En algunos casos se ha descrito (no quiero saber las consecuencias para el investigador) como un líquido incoloro e irritante, con un olor desagradable y metálico que reacciona violentamente con el agua y de carácter pirofórico (arde al aire).
Además es un compuesto extremadamente caro (25 gramos cuestan alrededor de 2700 euros), así que por muy peligroso que sea, si alguien se plantea utilizarlo como veneno le saldría por un ojo de la cara.
En este artículo, exploraremos los matices de este organometálico, desde su síntesis hasta sus efectos devastadores en la salud humana y las precauciones necesarias para su manejo.
Dimetilcadmio: Un Vistazo de Cerca
El Dimetilcadmio, como compuesto organometálico, presenta una molécula en la cual los átomos de carbono se han unido al cadmio, un elemento metálico extremadamente tóxico. Aunque posee una reactividad notable, no es la inflamabilidad lo que lo convierte en una amenaza. Sorprendentemente, es el compuesto químico más tóxico en términos de peso; unos pocos microgramos por metro cúbico de aire inhalado son suficientes para desencadenar enfermedades horribles. Sus efectos, tanto agudos como crónicos, hacen que la inhalación sea letal y, si se sobrevive inicialmente, se incrementa significativamente el riesgo de desarrollar cáncer debido a mutaciones genéticas.
Orígenes de la Amenaza: Erich Krause y la Síntesis de 1917
Erich Krause, pionero en química y científico alemán, sintetizó por primera vez el Dimetilcadmio en 1917. Este año marcó el inicio de un siglo de conciencia sobre este compuesto, recordándonos su persistencia y peligro a lo largo de las décadas.
El Viaje Tóxico en el Cuerpo Humano
Al inhalar Dimetilcadmio, se absorbe instantáneamente en el torrente sanguíneo, actuando como portador de los compuestos tóxicos de cadmio. Estos alcanzan prácticamente todos los vasos sanguíneos, impactando principalmente en órganos ricos en sangre como el hígado, riñones y corazón. La ionización de átomos celulares, incluidos los del ADN, desencadena mutaciones genéticas que, con el tiempo, llevan al desarrollo de cáncer.
La dosis que pondría en peligro la vida de las personas que lo manipulen sería de unos 9,0 [mg/m3] según los datos incluidos en PubChem.
Síntesis Química: Un Vistazo a los Componentes
La síntesis del Dimetilcadmio involucra la reacción de CdBr2 con 2 moléculas de reactivo de Grignard como el CH3MgBr, produciendo Cd(CH3)2 y MgBr2. Esta combinación aparentemente sencilla da lugar a un compuesto con consecuencias letales.
CdBr2 + 2 CH3MgBr → Cd(CH3)2 + MgBr2
Manejo y Limpieza del dimetilcadmio
Imagina un derrame de Dimetilcadmio. ¿Cómo limpiarlo? ¿Agua? ¡Error! La adición de agua genera gas hidrógeno, inflamable y, además, la reacción es altamente exotérmica, resultando en una explosión. ¿Barrerlo? No tan rápido; la fricción provoca combustión. ¿Dejarlo descomponerse? Entonces se producirán peróxidos que son extremadamente sensibles a impactos mínimos, desencadenando explosiones. La solución óptima: destruir todo el equipo que haya estado en contacto con el derrame y mantenerse alejados del lugar.
En resumen, es una pequeña molécula volátil, venenosa, causante de cáncer y explosiva y que puede ser llamada fácilmente la sustancia química más peligrosa conocida por el hombre.
Fuentes
https://www.science.org/content/blog-post/things-i-won-t-work-dimethylcadmium
https://pubchem.ncbi.nlm.nih.gov/compound/Dimethylcadmium#section=Experimental-Properties
https://www.gelest.com/wp-content/uploads/product_msds/OMCD020-msds.pdf
https://cymitquimica.com/es/productos/08-97-5040/506-82-1/dimethylcadmium-elec-gr-99995-cd-puratrem/
